IMPARABLE NATURALEZA
Imparable naturaleza
Poco tiempo después de la muerte de Jesús Ynfante, el pequeño jardín delantero de su vivienda, o mejor podríamos decir su pequeñaselva, fue arrasado por maquinaria de poda. Supongo que los herederos del inmueble quisieron hacer la limpieza que su inquilino no hizo en muchos años. A mí que tanto me llamaba la atención esa frondosidad anárquica con esa colonia de pájaros chillones que, tantas y tantas madrugadas saliendo del pub de encuentro que quedaba cerca, me hacía levantar la mirada al cielo a ver cuántos eran los ruidosos habitantes de aquella copa que se mimetizaban a la perfección con la noche y entre las ramas. Al irse Jesús, toda esa minúscula jungla, tan personal y particular como su cuidador descuidado, desapareció con su persona; y en cuestión de nada, sin el incansable investigador y sin su selva, la casa, de repente se quedó desnuda.


